Que Superación Gay
(Lástima que no es en Perú)
A la vez reflexiones sobre el movimiento LGTBI
en Perú
“Gays
y lesbianas apostamos, en ocasiones, por ser “normales”, por encajar en la
maquinaria social y por tener los mismos derechos para ser iguales a los demás.
Y no estoy en contra de esta lucha. Pues es cierto que la ley debe respetar y
proteger nuestros derechos humanos. Lo que cuestiono es cómo hemos caído en una
trampa: reproducir patrones en los cuales se impone el modelo
heterosexual como el único válido”.
Cuando leo este párrafo del Blog http://sentiido.com/ay-pobrecita-la-trans-2/ del articulo ¡Ay, pobrecita la Trans!,
realmente veo la diferencia cultural, la superación de traumas y la asunción de
realidades vividas; En nuestro medio, el Perú la comunidad Gays y lésbica
seguro dirá que su identidad y su orientación son como ellas las muestran
porque así la quieren y no reconocerían que están haciendo juego a una sociedad que discrimina
lo diferente, y lo que no es de la mayoría
o lo que no es común.
Nuestra comunidades LGTBI en el Perú se dice articulada por la hermandad de objetivos y
sufrimientos me pregunto yo, saben los demás del articulado pararse en una
avenida morir de frio para ganarse la vida no, no lo saben, no es una realidad
de su cotidiano; saben cuáles son nuestras prioridades, por las acciones que
realizan me parece que no.
Nuestra mayor demanda es identidad que esta
engastada al tema de aceptación, lo cual disminuiría el cerco discriminatorio
que padecemos nos permitiría acceder a servicios y oportunidades laborales, ese
es el tema primordial de la agenda Trans, no matrimonio ni unión civil; que nos
quieran ver la cara de CÁNDIDAS al decirnos que si apoyamos la unión civil
conseguiremos la mayoría de derechos es solo una estúpida bobada que nos
cuentan para sumarnos y decir que todas y todos están de acuerdo cuando no es
verdad.
“Esto es muy complicado de digerir, en
especial cuando se comparte con personas Trans. Ellas le apuestan
a una transgresión profunda, pues cuestionan la construcción del
cuerpo y del papel social que tenemos. Quiebran la estrecha relación que existe
entre el cuerpo biológico y las identidades de género que la sociedad espera.
Y ese cuestionamiento se lo dejan saber a sus padres, madres,
hermanos, vecinos, amigos y parejas. En este proceso nos llevan a gais y
lesbianas por delante. Nos hacen pensar sobre cómo nos hemos posicionado
políticamente”.
Es una verdad pero el ser las
abanderadas de la sinceridad identitaria, no nos ha servido más que para ser
arietes de reclamos de derechos humanos mientras nuestros aliados del
articulado (véase TLGBI) sufren menos el
embate del desprecio y la discriminación poniendo sus agendas elitistas en el espectro político,
es verdad que ellos llevan la egida en disputa con las lesbianas del movimiento
LGTBI porque han sido más astutos y sobre todo porque menos se han expuesto lo
que les ha servido para poder ser reconocidos como interlocutores validos ante
los tomadores de decisiones.
A su favor ha corrido que en los
inicios del movimiento LGTBI la mayoría de las líderes Trans eran más aterrorizadas
por la sociedad y el estado además al
abandono social se podía sumar el familiar. Lo que no permitió preparar cuadros
a nuestra comunidad.
Ahora estamos en el 2014 y las
Mujeres Trans no pedimos sino exigimos el liderazgo de nuestras agendas, el trato horizontal dentro del movimiento y
sobre todo la no intromisión en el proceso de construcción del movimiento Trans
por parte de los otros integrantes del articulado.
Es obvio y natural que debamos
articular pero en similares condiciones, no siendo todavía el patio trasero del movimiento
donde cualquier liderucho Gays o lésbica, se acerca a plantar discordia y
envidia entre nosotras quebrándonos para poder sacarnos provecho.
Nosotras como lideres Trans
debemos erradicar cualquier intromisión, que impida el desarrollo natural de
nuestro movimiento. Ese debe ser nuestro
primer axioma aprender a limpiar la casa a puerta cerrada y sacar la basura en
las noches como dice Juan Sotomayor en el Callao.
Taki